miércoles, 14 de abril de 2021

‘Change mindset’, la mentalidad que permite afrontar los cambios con éxito

 

‘Change mindset’, la mentalidad que permite afrontar los cambios con éxito

El miedo ante lo nuevo puede ser algo sano que ayude a los profesionales a avanzar tomando precauciones, o algo tóxico que los paralice. Pero se puede controlar

Es básico que las empresas conozcan cómo se encuentran psicológicamente sus empleados durante los momentos de crisis.
Es básico que las empresas conozcan cómo se encuentran psicológicamente sus empleados durante los momentos de crisis.Getty

El miedo ante el cambio es inevitable, especialmente cuando se posa en el entorno laboral. Para las empresas, ese temor es un lastre en momentos de crisis como el actual, en el que muchas necesitan encarar una transformación para superar el impacto de la pandemia. De hecho, sigue vigente el análisis que Peter F. Drucker, el padre austriaco de la gestión empresarial moderna, publicó a mediados del siglo XX sobre la reacción de la población ante la llegada de un tiempo de cambio: el 15% lo rechaza abiertamente, al 70% le cuesta sumarse a él y el 15% restante lo acepta.

Para estar fuera del porcentaje de los que se resisten al cambio, la empresaria y consultora Pilar Jericó apunta que es necesario desarrollar una actitud proactiva que neutralice estos miedos y que ayude a adaptarse a los retos inesperados que se presenten en el trabajo. “La mentalidad para el cambio, conocida en inglés como change mindset, es lo que ayuda a entender las distintas incertidumbres y a ver los cambios como una oportunidad o, al menos, a vivirlos de una forma mucho más amable”, explica Jericó, que liderará el webinar Change mindset: NoMiedo al cambio.

Apúntate al webinar Change mindset: NoMiedo al cambio, con Pilar Jericó, empresaria, escritora, consultora y profesora de escuelas de negocio. Organizado por HUB Empresa de Banco Sabadell. Cuándo: 15 de abril, a las 16 h.

Pero ¿cómo entrenamos esa mentalidad? Jericó destaca que lo principal es distinguir el miedo sano del tóxico. El primero es sinónimo de prudencia y aparece puntualmente, es aquel que invita a pensar las cosas antes de precipitarse y que protege ante posibles peligros. Y el segundo es aquel que paraliza a la hora de tomar decisiones importantes, frena el talento y los intereses de las personas y se prolonga en el tiempo. “Es el que lleva a la histeria colectiva, a las compras compulsivas o a no dormir por las noches”, añade.

Neutralizar los temores

Neutralizar estos temores venenosos se puede hacer desde tres enfoques diferentes: desde el papel de la empresa, el del líder y de los trabajadores.

La comunicación es el primer pilar que debe construir una organización para desarrollar la estrategia con la que afrontar el cambio. Así lo explica Sergio Anarte, especialista en el desarrollo del talento y formador de líderes de la consultora ActitudPro: “La empresa debe ser transparente con sus empleados. Muchos de los problemas [en los negocios] que ha causado la pandemia han llegado por el miedo, y este nace, en gran parte, por la incertidumbre”. Para ello, matiza Anarte, es necesario que la dirección conozca primero la situación por la que está atravesando la compañía, aceptarla de manera objetiva y comunicar a los trabajadores la hoja de ruta que se va a seguir.

Conseguir que los miembros de una empresa mantengan una actitud positiva ante los cambios no es nada fácil, especialmente si su estado psicológico no es bueno. Durante las primeras semanas del confinamiento, el 75% de los trabajadores afirmaba que se sentía socialmente más aislado, el 67% padecía un mayor estrés y el 57%, sufría ansiedad, según un estudio realizado por la compañía de software SAP a mediados de 2020 y publicado por Harvard Business Review.

Jericó apunta que, para desarrollar todo el potencial durante esos momentos de crisis, es básico que las organizaciones conozcan cómo se encuentran psicológicamente sus empleados. Entre algunas acciones de carácter particular, la experta propone disminuir la sobrecarga de trabajo, no hacer videollamadas largas y establecer programas específicos de prevención o terapias en grupo. “Las empresas tienen el desafío de mejorar el bienestar de su gente”, afirma.

Para Jericó, las creencias rígidas son uno de los elementos más peligrosos que frenan “cualquier transformación”. Modificarlas para que estén basadas en el aprendizaje, añade, es un paso determinante para acercarse al éxito laboral. Para ello es necesario un compromiso del trabajador, que debe entrenar sus emociones para adquirir esa actitud positiva.

Anarte subraya que lo primero es conocerse a sí mismo: ¿me cuesta resolver problemas?, ¿me resulta difícil hacer una buena evaluación de la realidad?, ¿soy flexible?, ¿cómo tolero el estrés?, ¿soy optimista? Y, luego, trabajar para fortalecer las posibles carencias.

El líder: todo comienza por él

Otro eslabón en la cadena para asentar una mentalidad favorable al cambio es el liderazgo. “El líder tiene que ir por delante. Si está centrado y tiene la actitud adecuada, va a transmitir positividad a su equipo, pero si no gestiona bien sus emociones, pasará lo contrario”, analiza Anarte.

Este experto, que enseña a directivos a gestionar las crisis, relata que un líder con una inteligencia emocional alta y con una actitud de change mindset no solo ayuda a la empresa a lograr buenos resultados, sino también a crear equipos comprometidos y a fomentar esa mentalidad entre todos los miembros.

martes, 13 de abril de 2021

 

Las siete claves de la reforma fiscal que Montero ha encargado a los expertos

La comisión de sabios deberá plantear propuestas para recaudar más por sociedades y armonizar los impuestos sobre la riqueza: patrimonio y sucesiones

María Jesús Montero, durante su intervención en el Comité de Personas Expertas para la Reforma Fiscal celebrado en Madrid, este lunes.
María Jesús Montero, durante su intervención en el Comité de Personas Expertas para la Reforma Fiscal celebrado en Madrid, este lunes.EMILIO NARANJO / EFE

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aprobó el lunes la creación de la comisión de expertos para la reforma fiscal. Se trata del primer paso para “analizar en profundidad el sistema fiscal con el objetivo de fortalecerlo para hacerlo más eficiente y modernizarlo para adaptarlo a los retos del siglo XXI”. En plata, quiere recaudar más financiar un gasto público creciente como consecuencia de las dos últimas crisis y el envejecimiento de la población. El grupo de trabajo estará presidido por Jesús Ruiz-Huertas, uno de los expertos con más experiencia y prestigio y académico de cabecera de los socialistas. Ruiz-Huertas ha sido director general entre 2004 y 2008 del Instituto de Estudios Fiscales (IEF), el think tank del Ministerio de Hacienda, y ha participado en mil y un cónclaves de este tipo.

El nuevo grupo de expertos dispondrá de 10 meses para diseñar el sistema tributario del futuro. El Libro Blanco de Reforma Tributaria que presenten será el segundo trabajo de unos académicos en menos de una década para modernizar el sistema fiscal español, uno de los más ineficientes de Europa por la gran cantidad de agujeros y excepciones que tiene por el que se escapan decenas de millones de euros. En 2014, el ministro de Hacienda de la época, Cristóbal Montoro, también creó un grupo de expertos para reformar el sistema fiscal. Tras meses de trabajo, presentaron un informe de 460 páginas con 125 propuestas, muchas de las cuales quedaron en papel mojado porque el Ejecutivo popular de Mariano Rajoy hizo caso omiso a muchas de ellas alegando el complejo ciclo electoral que se abría en 2015.

En este caso, tampoco tendrán mucho margen para subir impuestos porque el calendario electoral no dejará mucho margen al Ejecutivo. Se espera que las subidas de impuesto se aprueben en 2022 para que entren en vigor en 2023, año marcado en rojo porque deberán celebrarse los comicios generales. En cualquier caso, los expertos capitaneados por Ruiz-Huertas se plantean como tarea “imprescindible” adecuar el sistema fiscal a la situación económica originada tras la pandemia. “Se trata de proponer alternativas a las exigencias de cambios tras la pandemia”, explicó el presidente del grupo de sabios.

Uno de los principios que guiarán al grupo de expertos será “garantizar la suficiencia de recursos públicos”. Montero recordó ayer que España se encuentra siete puntos por debajo de la media de la zona euro en ingresos públicos. El Ejecutivo aspira a elevar la presión fiscal en torno al 40%-42% del PIB, dos puntos de la media histórica. Hasta ahora los sucesivos gobiernos democráticos creían que la relación entre la recaudación de impuestos y la riqueza nacional debía estar en una horquilla de entre el 37% y el 39% para no lastrar el desarrollo económico de un país rezagado respecto a sus socios europeos. Pero el nuevo Ejecutivo considera que las heridas que ha dejado la crisis financiera y ha reabierto la pandemia requieren de mayor esfuerzo para hacer políticas redistributivas. Ese es el motivo por el que buscan más recursos para fortalecer el estado de Bienestar.

Estos son algunos de los desafíos que deben afrontar.

  • Impuesto de sociedades. La recaudación del impuesto de sociedades fue el año pasado de 17.629 millones de euros, un 22% menos que el año anterior y la menor cosecha desde 2013, cuando la economía española aún estaba ahogada por el mazazo de la Gran Recesión. La aportación de las empresas a la recaudación se ha reducido en los últimos años por tres motivos: tras la gran crisis financiera de 2008 las sociedades acumularon pérdidas que les permitió contabilizar créditos fiscales que aún se están aplicando para compensar con los beneficios que obtienen ahora. Además, el auge de las exportaciones les ha llevado a localizar beneficios en filiales que pagan en otros países. Y, por último, la rebaja del tipo del impuesto del 30% al 25% desde 2015 ha mermado la cosecha. Por eso, el Ejecutivo insiste en recuperar la aportación de este tributo.
  • IRPF. El Gobierno ya aprobó en los Presupuestos de este año una subida de dos puntos para las rentas del trabajo superiores a los 300.000 euros, y de tres para las del capital por encima de 200.000. Hacienda calcula que esta medida afectará solo al 0,17% de los contribuyentes, y permitirá recaudar 580 millones de euros en 2022. No obstante, el impuesto ha perdido eficacia en los últimos años y necesita una actualización. Deberán decidir si mantienen o reducen el número de tramos del impuesto, si lo hacen más progresivo o si actualizan la deducción del mínimo familiar y personal, la tributación por módulos o decidir qué esquema se sigue para las rentas del capital.
  • IVA. España es uno de los países de la UE que menos recauda por el impuesto sobre el valor añadido pese a tener un tipo general de IVA (21%) no muy alejado de los países de nuestro entorno. Los expertos deben decidir sobre la composición de la cesta de bienes y servicios que están gravados con tipos reducidos (10%) o superreducidos (4%). Este impuesto indirecto es el más sensible a cambios y que más afecta al consumo. También es uno donde suele hallarse más nichos de fraude fiscal. Algunos expertos han llegado a plantear que España podría recaudar más y permitirse reducir el tipo general del impuesto si eliminase los tipos reducidos y superreducidos y todos los regímenes especiales de este tributo indirecto.
  • Patrimonio. El impuesto sobre el patrimonio suscita uno de los debates más encendidos en el sistema fiscal. Los economistas socioliberales abogan por su desaparición mientras que los más progresistas piden un mayor esfuerzo para las rentas más altas. España es uno de los pocos países que mantienen este impuesto, aunque es cierto que otros vecinos europeos mantienen otros esquemas fiscales para gravar la riqueza. El socialista Zapatero defendió su eliminación en 2004, mientras que Pedro Sánchez apuesta por reformarlo para que la Comunidad de Madrid no pueda dejarlo totalmente exento y sin efecto alguno, como hace actualmente.
  • Sucesiones. Se trata de un impuesto cedido a las comunidades autónomas. Estas administraciones mantienen desde hace años una competencia fiscal a la baja. Sin embargo, es uno de los impuestos clave en cualquier sistema fiscal. El grupo de trabajo deberá armonizar el tributo para evitar que haya diferencias tan amplías como las actuales entre las diferentes comunidades autónomas. Tanto este tributo como el anterior forman parte también de la reforma de la financiación autonómica, que tiene pendiente el Gobierno desde 2014.
  • Impuestos verdes. Se trata de uno de los retos más importantes para los expertos. La Comisión Europea lleva años avisando a España de que debe aumentar la fiscalidad medioambiental. Somos uno de los países que menos recauda por estos impuestos, la mayoría está en manos de las comunidades que ha legislado profusamente y ha creado figuras poco eficientes, sobre vertidos y depuración de aguas, plásticos... La Ley de Cambio Climático aprobada el pasado jueves en el Congreso, incluyó una disposición adicional sobre la fiscalidad verde: “Se constituirá un grupo de expertos para evaluar una reforma fiscal que valorará también la fiscalidad verde. En todo caso, las modificaciones que se introduzcan en este ámbito irán acompasadas con la situación económica”. La norma recoge la obligación de que el Gobierno presente en el plazo máximo de seis meses (aunque se espera que sea antes) la nueva ley de residuos, que incluirá dos nuevos tributos: uno sobre los envases plásticos y otro sobre el vertido e incineración para incentivar el reciclaje.
  • Los agujeros del sistema. La Autoridad Fiscal (Airef) calculó el año pasado que los llamados agujeros del sistema tributario, las deducciones, exenciones, bonificaciones o regímenes especiales propiciaban una vía de agua por la que se escapan todos los años alrededor de 60.000 millones de euros. Plantea revisar algunas deducciones como la de tributación conjunta del IRPF o la de las aportaciones al fondo de pensiones. En este punto, volverá a ser clave la decisión que adopten los expertos sobre los tipos reducidos de IVA o las deducciones en el impuesto de sociedades.

jueves, 8 de abril de 2021

Especial Renta: declarar tras la pandemia

 


Arranca la campaña de la Renta, marcada este año por el impacto del coronavirus en la actividad y los ingresos de trabajadores o autónomos

La tributación de los ERTE, el teletrabajo o los ceses de actividad añaden complicación a la declaración


El 7 de abril arranca la campaña de la Declaración de la Renta 2021, en la que cerca de 20 millones de contribuyentes tienen que declarar los ingresos correspondientes al ejercicio 2020. Tienen hasta el 30 de junio para rendir cuentas con el fisco. Al igual que la práctica totalidad de los aspectos de la vida, también la declaración de la renta está marcada por el efecto del coronavirus. El uso masivo de los expedientes de temporal de regulación de empleo, ERTEs, durante los meses de restricción de la actividad hizo que 3,6 millones de trabajadores cobraran en el algún momento la prestación complementaria del SEPE, circunstancia que puede alterar la propia obligación de declarar, las retenciones practicadas y la propia tributación. Los afectados por ERTE a quienes la declaración salga a pagar tendrán, eso sí, más margen del habitual para cumplir con el fisco.

El teletrabajo, la tributación de los autónomos o cómo computar ingresos derivados del alquiler son otros aspectos ligados a la pandemia con impacto fiscal. Circunstancias que pueden complicar un trámite que se ha simplificado con los años, hasta el punto de que declaración se puede completar con la pantalla del teléfono móvil con la misma facilidad con la que se envía un mensaje de texto.

En ausencia de pandemia, este año la Renta trae pocas novedades, siendo quizá la más relevante que hasta el arranque de la campaña el contribuyente no puede consultar, como en otros ejercicios, un simulador de la declaración. Sí es posible consultar por anticipado los datos fiscales, pero no si sale a pagar o a devolver.

El 90% de los declarantes presenta la declaración vía telemática, utilizando el sistema RentaWeb. Éste sirve tanto para confirmar el borrador como para añadir los datos fiscales que no estén en poder de Hacienda, y que son obligatorios: un borrador inexacto confirmado es responsabilidad del usuario. Para identificarse ante el fisco se precisa DNI electrónico, el certificado electrónico, la Cl@ve PIN o número de referencia, obtenido a partir de la declaración de 2019.

Los fiscalistas aconsejan, así, prestar especial cuidado este año a la hora de cumplir con Hacienda. Y, aunque normalmente la mayoría de las declaraciones salen a devolver y relativamente ajustadas a las cantidades retenidas durante el año, esta campaña las alteraciones laborales y económicas se van a trasladar a buena parte de los sufridos pagadores de impuestos

Antes de hacer la declaración

No todo el mundo tiene por qué presentar declaración. La mayoría de trabajadores está obligado a presentar declaración de la renta siempre que ingrese más de 22.000 euros de su pagador principal, o cuando ingrese más de 14.000 teniendo más de un pagador, incluido el SEPE, que abona las prestaciones en caso de ERTE. Los que no estén obligados pueden consultar si les compensa presentarla, en caso de que hayan recibido retenciones o tengan derecho a alguna deducción familiar.

Calendario de la declaración

La declaración se puede presentar a partir del 7 de abril y hasta el 30 de junio, en caso de que sea negativa (a devolver). Si es positiva (a pagar), y se domicilia, el plazo termina el 25 de junio. La cita previa telefónica arranca el 4 de mayo y la presencial, el 2 de junio.

Por Miriam Calavia

¿Tengo que declarar?

La obligación de declarar depende tanto de la renta del contribuyente como de la procedencia de dichos ingresos: si hay dos pagadores, el límite baja. Los pagos del SEPE por ERTE, que computan como un pagador adicional, condicionarán la declaración de gran cantidad de contribuyentes.

Por María Matos

¿A pagar o a devolver?

Se puede consultar si la declaración es positiva (a pagar) o negativa (a devolver) antes de presentarla, mediante el borrador que ofrece la Agencia Tributaria. Si es negativa, el contribuyente puede presentar la declaración aunque no esté obligado y recibir la devolución que le corresponde.

Por Cecilia Castelló

Cómo presentarla

Para algunos contribuyentes, un gesto en la app móvil sirve para confirmar el borrador y presentar la declaración, si bien es recomendable revisar los datos en el programa RentaWeb. Antes de todo ello, hay que chequear qué sistema de identificación usaremos.

Por María Matos

Qué sabe Hacienda de mí

Los datos económicos más comunes (nómina, hipotecas, cuentas) están en poder de Hacienda que, no obstante, exige al contribuyente aportar datos de los que tenga información completa o nula. Hacerlo es obligación del contribuyente.

Por Nuño Rodrigo

El año de la pandemia

La disrupción de la actividad afectó a la mayor parte de los ingresos sujetos a tributación: nóminas, ingresos de autónomos o alquileres de viviendas. Aunque no hay cambios legislativos de calado a consecuencia del coronavirus (salvo para los trabajadores por cuenta propia), hay que revisar con especial cuidado la declaración de este año.

ERTE: declarar con dos pagadores

La gran novedad de la campaña de este año afecta a millones de trabajadores que han pasado por ERTE y que han cobrado del SEPE. No solo cambia la obligación de declarar, sino también las retenciones y, en algunos casos, el resultado de la declaración.

Por Juande Portillo

Gastos de teletrabajo

Al arraque de la campaña, no hay criterio fijado por Tributos para los ingresos o gastos incurridos por el trabajo desde casa durante la pandemia. Hasta el momento, las ayudas suelen considerarse por las empresas como dotaciones no tributables, pero persisten las dudas entre fiscalistas.

Por Raquel Pascual

Tributación del despido

La indemnización por despido computa como renta del trabajo, pero están exentos los primeros 180.000 euros. Si se cobra a plazos, la carga tributaria baja. El finiquito se considera salario.

Por Gema Escribano

Si soy autónomo...

La pandemia trae también dolores de cabeza a los autónomos a la hora de tributar. Las ayudas están exentas por debajo de los 2.000 euros. Además, el estado de alarma no computa en la tributación por módulos, y puede ser conveniente hacer la declaración por estimación directa para recuperar retenciones.

Por Nuria Salobral

Rescate del plan de pensiones

La pandemia ha abierto la puerta al rescate de planes de pensiones por parte de partícipes afectados por la enfermedad. Como sucede en caso de jubilación, este ingreso tributa como rendimiento del trabajo, lo que puede dar lugar a una factura fiscal elevada.

Por Miguel M. Mendieta

Vivienda en alquiler

Los ingresos por alquiler tributa como rendimiento del capital inmobiliario. Si el casero no ha cobrado por la moratoria durante la pandemia o ha retrasado los pagos, no debe tributar. En caso de impago, sí debe consignar el ingreso aunque no lo haya recibido.

Por Miriam Calavia

Fallecimiento de un familiar

Es obligatorio presentar declaración en nombre de los contribuyentes fallecidos durante el año 2020, con la declaración de ingresos correspondiente. La mayoría de los plazos no se prorratean con la fecha del fallecimiento.

Por Virginia Gómez

Asuntos que no debo olvidar

La mayor parte de las devoluciones se suelen ingresar poco después de presentada la declaración. No obstante, Hacienda tiene hasta seis meses para efectuarla. En caso de error u omisión, los contribuyentes tienen el plazo reglamentario de la campaña de la renta para rectificar una declaración ya presentada.

Las deducciones más comunes

Desgravaciones familiares, por donativos y por vivienda (tanto por alquilar una casa como por la hipoteca, para las compradas antes de 2012) son los beneficios fiscales más habituales para el contribuyente medio. Conviene no olvidarlos al cumplimentar la declaración.

Por Miriam Calavia

¿Y si me he equivocado?

El contribuyente puede corregir la declaración ya presentada hasta el 30 de junio sin penalización. A partir de ahí, el efecto de los errores depende tanto de a quién beneficien los errores como de quién toma la iniciativa para corregirlos.

Por Pablo M. Simón

Tengo activos en el extranjero

Los ciudadanos están obligados a declarar rendimientos de activos que tengan en el extranjero, que no se incluyen en el borrador y deben añadirse. Además, si se poseen cuentas o depósitos por más de 50.000 euros, hay que cumplimentar un modelo especial, el 720.

Por Miriam Calavia

He vendido una casa

La venta de vivienda está sujeta a tributación como ganancia o pérdida patrimonial: hay que consignar el valor de compra y el de venta, teniendo en cuenta la hipoteca. No tributa si se reinvierten los ingresos en otra vivienda habitual.

Por Miriam Calavia

¿Cuánto tardaré en cobrar, y cómo puedo pagar?

La declaración positiva (a pagar) permite el pago fraccionado en dos plazos. Si el resultado es negativo, a devolver, Hacienda tiene hasta seis meses para hacer el ingreso, pero salvo que deba comprobar datos la devolución es rápida.

Por Álvaro Bayón

Residencia fiscal y alquileres fantasma, en la lupa del fisco

En el plan de acción de Hacienda está también la vigilancia de las tenencias de criptomonedas. Prevé usar herramientas de análisis de datos como sistema de alerta ante patrimonios que finjan vivir en el extranjero.

Por Pablo Sempere

¿Individual o conjunta?

La decisión de qué sistema de declaración utilizar está en manos del contribuyente: puede elegir el mecanismo que deje mejor factura fiscal. Eso sí, una vez elegida la modalidad, no se puede cambiar.

Por Miriam Calavia

  • Créditos

lunes, 15 de marzo de 2021

Calendario de la declaración de la Renta 2021: fechas clave para el contribuyente


Calendario de la declaración de la Renta 2021: fechas clave para el contribuyente

La campaña para presentar la declaración correspondiente al ejercicio 2020 arranca el próximo 7 de abril y finaliza el 30 de junio

Renta ejercicio 2020 Ampliar foto

Apenas faltan unas semanas para que comience la campaña de la Declaración de la Renta 2021, correspondiente al ejercicio 2020. Según el calendario de la Renta para el contribuyente, que publica la Agencia Tributaria, este año, de nuevo marcado por la pandemia de coronavirus, el inicio del plazo será, como de costumbre, en el mes de abril. Pero las fechas a tener en cuenta varían según la forma en la que se quiera hacer la declaración. En concreto, arrancará el 7 de abril para las presentaciones por internet y acabará el 30 de junio. Si se quiere presentar por teléfono o presencialmente hay que esperar hasta el 6 de mayo y el 2 de junio, respectivamente.

Declaración a través de internet

La campaña de la declaración de la Renta y Patrimonio correspondiente al ejercicio 2020 comienza el miércoles 7 de abril, momento a partir del cual, y hasta el miércoles 30 de junio, se podrá tener acceso al borrador, modificar y presentar la declaración por Internet, a través del programa Renta Web. La fecha límite es el 25 de junio en caso de que el resultado sea a ingresar con domiciliación en cuenta.

Como siempre, para la modalidad online hay que entrar en la web de la Agencia Tributaria o en la App. No es necesaria la cita previa pero sí el DNI electrónico, el certificado electrónico, la Cl@ve PIN o el número de referencia. Este último es un sistema de identificación que permite tramitar la Renta y se podemos obtener en el portal de la Agencia Tributaria introduciendo una serie de datos personales.

Presentar la Renta por teléfono

Si se quiere presentar la Renta 2020 por teléfono, es necesario pedir cita previa para ser atendido por la Agencia Tributaria. La cita previa está disponible por internet y por teléfono desde el 4 de mayo hasta el 29 de junio. Y es desde el 6 de mayo y hasta el 30 de junio cuando es posible hacer la declaración vía telefónica.

Como recuerdan desde HelpMyCash, hay que tener a mano toda la documentación y los datos necesarios para cuando llamen desde Hacienda.

Calendario de la declaración de la Renta 2021: fechas clave para el contribuyente

Presentar la Renta de forma presencial

Para realizar la Renta de forma presencial en las oficinas de la Agencia Tributaria, también es necesario pedir cita previa. En este caso se podrá solicitar a partir del 27 de mayo, y desde el 2 de junio la Agencia Tributaria comenzará a atender presencialmente a los contribuyentes para hacer la declaración y resolver sus dudas. El último día para pedir cita previa es el 29 de junio y la campaña se da por finalizada un día después, el 30 de junio.

Tramos

La campaña de este año de la renta no incluye novedades en los tramos de IRPF. PEro para la campaña del año que viene, con relativa a los ingresos percibidos en este 2021, sí se incluirá un nuevo tramo, para ingresos a partir de 300.000 euros, y será del 47%.

Teléfonos de contacto

Los teléfonos para pedir cita previa para la declaración de la renta son:

901 12 12 24

91 535 73 26

901 22 33 44

91 553 00 71.

Se podrá pedir cita previa hasta el 29 de junio de 2021.

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sábado, 29 de febrero de 2020

Transparencia y pedagogía con el coronavirus

Transparencia y pedagogía con el coronavirus

La máxima transparencia y la pedagogía constante son clave para que el miedo, que es libre, no se propague como un virus más
Vista del panel de la prima de riesgo en el parqué de la Bolsa de...
Vista del panel de la prima de riesgo en el parqué de la Bolsa de Madrid este viernes que registra un desplome del 3 % minutos después de la apertura. EFE
El aterrizaje del Covid-19 en Europa ha tenido un impacto fortísimo. Pese a que China es la segunda potencia económica mundial, cuando el virus se creía contenido en Asia los mercados no se desplomaron ante lo que advirtieron como un contagio local: es más, este lunes las principales bolsas arrancaron con fuertes revalorizaciones. Los gobiernos optaron entonces por la prudencia y la OMS trataba de huir de las palabras que podían provocar alarma social. Sí, se tomó alguna decisión empresarial drástica, como la suspensión del Mobile en Barcelona o de ciertas rutas de vuelo con China. Pero la moderación era la norma. Sin embargo, el contagio europeo del coronavirus ha desatado una escalada de tensión cuyo desarrollo es imposible de predecir. En cuestión de días las bolsas que venían de marcar récords se contrajeron hasta niveles que no se recordaban en la última década. La reorganización de rutas y la cancelación de vuelos se suceden y la caída de la demanda aérea se intensifica. Se ha llegado a rumorear la suspensión de los Juegos Olímpicos de Tokio, multinacionales como Facebook han modificado sus grandes eventos presenciales, los gobiernos se implican ahora directamente en la crisis -Suiza, por ejemplo, ha suspendido las congregaciones con más de 1.000 personas, por lo que el prestigioso Salón del Automóvil de Ginebra no abrirá sus puertas este año- y la OMS, que ha debatido si declarar o no el estado de pandemia, ha elevado la amenaza mundial que supone el coronavirus a nivel muy alto. La economía se tambalea, se multiplican los espacios en cuarentena, los diferentes países aplican medidas contundentes a ojos del ciudadano de a pie; y mientras todo eso sucede, a este se le pide calma. 
En esta aparente contradicción está el quid del estadio actual de la epidemia. Por las certezas científicas que tenemos, sabemos que se trata de un virus cuyo impacto en la salud no acarrea grandes amenazas a no ser que afecte a personas que incorporen una serie de factores previos de riesgo: desde la edad hasta enfermedades respiratorias. Pero también sabemos que se trata de un virus que se contagia con bastante facilidad. Dado que se trata de una enfermedad nueva y todavía no hay herramientas específicas para combatirla, estamos en un momento en que todos los esfuerzos se deben centrar en contenerlo, y para ello se deben tomar medidas a las que no estamos acostumbrados. Justamente por ello, la pedagogía desde los estamentos sanitarios y políticos debe ser un elemento capital en este periodo de incertidumbre. 
En España el número de contagiados ya se cuenta por decenas. Y pasado el impacto sanitario inicial, urge una respuesta institucional que sea capaz de tranquilizar a un mundo económico seriamente perjudicado por el temor al coronavirus. Como explicó ayer el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, algunos sectores ya están teniendo problemas de suministros y sufriendo parones de la actividad económica. Con la Semana Santa a las puertas y el verano en el horizonte, el turismo español se prepara para lo peor. Concierne al Gobierno la responsabilidad de poner todos los medios para que nuestro principal motor económico se vea afectado lo menos posible. Esta amenaza global no se debe minimizar: urge afrontarla sin alarmismo y sin complacencia. En este sentido, la máxima transparencia y la pedagogía constante son clave para que el miedo, que es libre, no se propague como un virus más