La caída de Thomas Cook obliga a Hacienda a revisar a la baja la previsión de ingresos l La patronal apela al estatus de RUP para la adopción de medidas extraordinarias
De hecho, el Impuesto General Indirecto Canario es la principal fuente de ingresos del llamado Bloque de Financiación Canario. El Ejecutivo autonómico ya puso el grito en el cielo tras conocerse que la recaudación por el IGIC experimentó en la primera mitad de 2019 la mayor caída en diez años. Hasta el punto de acusar al anterior Gobierno, el que presidió Fernando Clavijo, de haber incurrido en una decisión irresponsable al acceder a bajar medio punto el tipo general, que era una exigencia del PP para apoyar los presupuestos. Sea como sea, el actual Gabinete tiene decidido que el IGIC volverá en 2020 al 7%, pero el margen de acción en este ejercicio es limitado, más si cabe tras la caída de Thomas Cook, "un varapalo importante", subrayó el propio Torres.
Tras el anuncio de Torres, su consejero de Hacienda, Román Rodríguez, adelantó que desde el departamento tratarán de coordinarse con la Tesorería General de la Seguridad Social para el aplazamiento del cobro del impuesto indirecto. Hay que recordar que el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda permitirá a su vez que las empresas afectadas por el crac de la multinacional puedan aplazar los pagos de las cotizaciones sociales.
Así pues, la intención de los gobiernos central y regional es que los hoteles, apartamentos e incluso otras empresas directamente golpeadas por la crisis de Thomas Cook puedan ganar algo de tiempo, recuperar liquidez y ya luego abonar el IGIC y las cotizaciones sociales. Eso sí, no será a cambio de nada. El esfuerzo que hará la Administración demorando el cobro de impuestos y cotizaciones tendrán que hacerlo las empresas para conservar el empleo. "No se debe terminar esta crisis con despidos", avisó el presidente.
Además de acceder a la petición de la patronal para suspender el cobro del IGIC de inmediato, Torres también confirmó lo que ya se daba por descontado visto el problema que tiene encima la primera industria del Archipiélago, esto es, que la tasa turística queda aparcada sine die. La puesta en práctica de este impuesto es particularmente demandada desde Podemos y Nueva Canarias, este último el partido que lidera el consejero de Hacienda. Se trata de una cantidad prefijada que el turista pagaría en función de las noches que pase en un hotel o apartamento. La idea era que la recaudación se destinara a la modernización y renovación de las infraestructuras turísticas, pero el jefe del Ejecutivo se encargó ayer de cerrar cualquier discusión en el seno de su gabinete. "Tendrá que esperar a mejores momentos", sentenció.
Torres se reúne hoy con su consejo asesor y mañana se verá en Madrid con representantes de los ministerios de Hacienda, Fomento y Turismo para trasladarles las demandas de Canarias. Tanto la Confederación Canaria de Empresarios como CEOE-Tenerife creen que debe hacerse valer el estatus de Región Ultraperiférica (RUP) para exigir las medidas extraordinarias que sean necesarias.
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